8 de julio de 2015

Fogonazos, el libro


Fogonazos de rayos cósmicos es la respuesta a ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos?, la pregunta escogida como título para el volumen escrito por Antonio Martínez Ron, que recoge sus artículos, posts y entradas sobre temas científicos en blogs y medios publicados a lo largo de varios años: Fogonazos, La Información, Quo, Naukas, etc… El libro (que me regalaron en papel) puede comprarse en la tienda de Jot Down.

Recuerdo hace años haber seguido más o menos Fogonazos, tener la web en favoritos cuando aún no usábamos feeds, pero ya no sé en qué traslado de ordenador o de trabajo quedó olvidada o arrinconada, así que el libro fue una pequeña alegría. Porque la memoria cree recordar algunas historias, pero no está segura del todo, y porque soy un lector al modo clásico al que aún le gustan las fuentes en papel (o eso quiero creer, porque en realidad el archivo acumulado anual es claramente inferior con los años). ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos? es también un signo de este tipo de publicaciones, asimilables a un libro clásico como era la recopilación de artículos de prensa: los capítulos son necesariamente breves, casi siempre de una intensidad algo aparente, tienen un carácter misceláneo, y su lectura continuada revela lógicamente más repeticiones o modismos que si se intercala un blog con otros blogs en la experiencia de leer en la red a lo largo de varios días. No he podido evitar acordarme de los mutantes de Baricco, claro.

Ilustración de la entrada del 16 de diciembre de 2012 en Fogonazos.

Lo que más me atrae de este libro estaba presente en las entradas originales: el tono de asombro aparentemente ingenuo que Martínez Ron adopta para su papel divulgador. Resulta cercano al lector lego en ciencia (esto debería ser un oxímoron), y expone los fundamentos científicos con una claridad meridiana y comprensible. Gusta de relatar anécdotas alrededor de la ciencia que la humanizan, aunque también se fija en episodios paralelos paradójicos más proclives al mero dato curioso que a la explicación científica. Los temas tienen casi siempre cierto impacto mediático y en general no necesitan una profundización técnica importante, al menos para su objetivo comunicador. Aunque esto puede frustrar más al lector sí acostumbrado a los libros de ciencia. No es cosa fácil profundizar y seguir manteniendo el interés, claro que para el autor poner los límites debe ser también complicado. Les pongo ejemplos anteriores de libros científicos y dónde me perdí, y dónde no.

Si se piensa bien, el hecho de que ambas cosas –comunicación efectiva y falta de profundización técnica- vayan juntas es síntoma de la incultura científica en que vivimos, que ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos? quiere combatir en pequeñas dosis. El libro es algo disperso, no tiene un nexo temático completo, ni intención necesariamente cronológica ni documental. Todo ello lo convierte en ligero y disfrutable, aunque con el riesgo de convertirse en un catálogo de curiosidades. Reconozco que me gustaría leer algo de Antonio Martínez Ron más largo y centrado en un tema, pues su método resulta atractivo, y creo que el riesgo es asumible.

Antonio Martínez Ron, también en la tele.



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